Texto completo en castellano argentino
CUENTOS DE FAMILIA es un conjunto de cuentos de un realismo espantoso. Nacidos como reacción al proyecto de olvidar el pasado, son el pasado, pero en un presente donde tan sólo queda un olvido fantástico y fallido.
Hacía ya quince años que vivía en Francia y que había dejado de lado y por completo la lectura, la escritura y la práctica de mi castellano natal; esto se debía a las heridas provocadas por la dictadura y mi exilio, sufría de una sensación de fracaso. Una vez me regalaron una máquina de escribir eléctrica, mis hijos al verla me pidieron que con ella les escribiese todas las historias que para ellos había inventado para ir a dormir. Una noche me senté y empecé a escribir en francés, pero sin darme cuenta pasé al castellano. Fue como un sueño, al “despertarme” había escrito dos cuentos que nada tenían que ver con los que había imaginado para mis hijos. Eran Niños y Perros, tres días más tarde escribí Manos brujas, y después los otros; también después de eso llegaron todos mis libros. Pero como escribía muy mal debido a mi falta de buena educación y a la ausencia de contacto con mi lengua natal, decidí hacer un viaje a Buenos Aires (después de diecisiete años sin haber estado allá) y a leer nuevamente en castellano. Es en esos meses que siguieron que me desengañé de muchas cosas que habían permanecido como sagradas, y descubrí la grandeza de Jorge Luis Borges. Comprendí, también, que esos cuentos míos me presentaban el pasado que había tratado de olvidar, y eso se confirmó con el hallazgo, en ese mismo momento, de esa frase de Borges que dice que “el pasado es indestructible, tarde o temprano termina por volver, y entre las cosas que vuelven con él siempre encontramos el proyecto de destruir el pasado”.
Miguel Ángel Alloggio